martes, 18 de mayo de 2021

CUIDA TUS PLANTAS. ROSAL


Nombre común: Rosa o Rosal

Nombre científico: Rosa spp.

Origen: Grecia; zonas templadas del Hemisferio Norte

Familia: Rosáceas (Rosaceae)

Ubicación: Exterior

Floración: Primavera-invierno

Luz: Exposición soleada

Riego: Abundante en época de floración

Abono: En primavera.





Descripción del rosal

Los rosales son una especie de arbusto espinoso de la familia de las rosáceas. Hay alrededor de cien especies de rosales silvestres, originarios de zonas templadas del Hemisferio Norte. 

Los rosales florecen continuamente durante todo el año desde primavera hasta principios de invierno, sobre todo en climas cálidos. La mayoría de las especies se cultivan para utilizarlas en decoración, aunque también para la elaboración de aceites esenciales, usos gastronómicos y medicinales.

Riego y abono del rosal

Debemos regar los rosales abundantemente durante la época de floración. El riego es muy importante, sobre todo durante el primer año. Al regar no se deben mojar ni las hojas ni las flores. 

Hay que extender el abono, tanto soluble como granulado, en la superficie en primavera. Es conveniente binar el suelo ligeramente ya que favorece al desarrollo del rosal y produce una floración abundante.

Suelo del rosal

Conviene rastrillar o binar la superficie una vez al mes, desde marzo hasta septiembre. 

Esto romperá la costra de tierra que se forma en la superficie y así se aireará el suelo y penetrará el agua hasta las raíces. También es bueno extender al pie de los rosales una capa de unos 5 cm de corteza de pino, durante la primavera.

Esto conserva la humedad del suelo e impide la germinación de semillas de malas hierbas. Esta capa debe ser uniforme para que no permita llegar la luz al suelo. 

Mantener el suelo limpio es muy importante y por ello hay que arrancar las malas hierbas de raíz y retirar hojas enfermas para evitar la propagación de plagas.





Enfermedades del rosal

Las enfermedades mas habituales de esta planta suelen ser las causadas por hongos. Los indicativos de que la planta está enferma suelen ser la presencia en el rosal de un polvo grisáceo o la aparición de manchas anaranjadas, negras o amarillentas. 

También lo es el debilitamiento del arbusto. En estos casos es recomendable tratar la planta con productos específicos. Cuando hay pulgones y cochinillas hay que emplear insecticidas.

Consejos para cultivar los rosales

Se suelen cortar los retoños que comienzan a aparecer debajo del punto de injerto. Hay que cortar también, las flores marchitas para que se produzcan más flores y evitar que se formen frutos.





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