Pinto centro de España
Situado entre dos importantes vías de comunicación, como son la carretera de Andalucía (N-IV) y la vía férrea Madrid-Aranjuez (C-3), Pinto se encuentra en el punto céntrico de la península Ibérica, a una altitud de 604 metros y a tan sólo 20 kilómetros al Sur de Madrid, capital de España. La extensión de su término municipal es de 62,7 kilómetros cuadrados.
El desarrollo de la ciudad ha evitado la invasión del hormigón y el asfalto y, en la actualidad, a pesar de su modernidad, la preocupación por conservar su entorno natural ha convertido Pinto en el municipio madrileño de la zona sur con mayor extensión de espacios verdes por habitante (27 metros cuadrados).
De todas las curiosidades propias de Pinto, hay cuatro que el visitante debe conocer de inmediato:
"Entre Pinto y Valdemoro"
Aunque no existe base histórica documentada para conocer con certeza el origen de tan famosa frase, todos los cronistas que han abordado el tema apuntan como posible causa de la misma a las diferencias que distintos monarcas hicieron entre Pinto y Valdemoro durante los siglos XII y XIII.
Las diferencias fueron llevadas a cabo por Alfonso VII (1184), Alfonso VIII (1208) y Fernando III el Santo (1239).
Fue precisamente la presencia de este último monarca entre ambas villas lo que, con toda probabilidad, dio origen a la famosísima frase. Así lo recogen en sus obras los cronistas Florentino Castañeda ("Entre Pinto y Valdemoro"), Juan José Sánchez ("Una breve historia de Pinto") y Gonzalo Arteaga ("Pinto: éste es mi pueblo").
Según este último historiador, el hecho de que el rey presenciara la colocación de los hitos en la linde de ambos pueblos dio pie a que cuando alguien preguntaba en la Corte: "¿dónde está su majestad?", los cortesanos, que tomaron a broma la referida frase, contestaban a coro: "¡entre Pinto y Valdemoro!".
Pinto: cruce de caminos, punto de encuentro
El nombre del municipio procede de la palabra "punctum"/punto, del latín "punto de paso" o "cruce de caminos", debido a que esta población era un lugar de paso y encuentro de las viejas calzadas romanas, además de ser el punto central de la península Ibérica (ver "Leyenda del Arca").
Por tal motivo, el blasón de la villa representa el mundo y, en el centro de la Península Ibérica, un punto; queriendo significar con esta alegoría que aquel punto es el centro de España, dándose el nombre de "punto" a la población más inmediata que, por corrupción lingüística, se llama hoy Pinto.
El 28 de julio de 1579, Felipe II ordenó detener a su secretario, Antonio Pérez, acusado, entre otros delitos, de violación de secretos de estado a los rebeldes de Flandes y a Isabel de Inglaterra y de hacer un doble juego enfrentando a Felipe II con su hermanastro Juan de Austria.
Esa misma noche, el monarca mandó detener a Ana de Mendoza, princesa de Éboli, por sus intrigas cortesanas y por su complicidad con Antonio Pérez. La princesa fue conducida en cuestión de horas a la torre de Pinto, donde permaneció encerrada durante seis meses, sufriendo las incomodidades de una de las construcciones más antiguas de la Comunidad de Madrid.
La Leyenda del Arca
En Pinto se encuentra, según una vieja leyenda, el punto céntrico de la península Ibérica.
La tradición ha traído hasta nuestros días la Leyenda del Arca, que cuenta cómo los árabes hicieron unas mediciones que situaron en esta localidad, en el Egido y, más concretamente, en la esquina Xata (confluencia de las calles Maestra María del Rosario y del Hospital) el punto céntrico de la península y, enterrado en este punto, un arca con los instrumentos que se habrían utilizado para llevar a cabo tales mediciones.
HISTORIA DE PINTO
Culturas Metalúrgicas
Se han localizado pequeños poblados emplazados en las proximidades del arroyo Culebro. En el yacimiento denominado "Pedazo del Muerto", se apreciaron una cabaña, algunos fondos, cubetas y pozos, así como distintos materiales cerámicos e industria ósea; en el yacimiento conocido como "Las Fronteras" se localizó un enterramiento, también relativo a este período.
Edad del Bronce
Localizamos aquí, en el yacimiento del barrio de El Prado, un hábitat fechado en el bronce final: cabaña, hogares y fondos.
Edad del Hierro
Los restos hallados de este período recorren la franja del término municipal de Pinto desde el sudoeste al noroeste; algunos próximos al arroyo Culebro. El principal yacimiento, "La Capellana", está situado siguiendo el curso del arroyo de los Prados, al sur del Culebro. Es un enclave fechado en la Edad del Hierro, en el que no se pudieron localizar estructuras, salvo una alineación de piedras en tres hileras, casi paralelas, y de difícil interpretación.
Los restos hallados son: cerámicas, un alfiler de bronce con la cabeza engrosada y un fragmento de hacha pulimentada.Pinto en la historia: de la época romana al siglo XIV
Epoca Romana
El modelo de ocupación romana en el término municipal de Pinto parece haberse desarrollado siguiendo dos ejes direccionales:
Prerromano: siguiendo el curso del arroyo Culebro, al norte del municipio. Se desconoce la identidad de estos hábitat, aunque podría tratarse de pequeños asentamientos agrarios que aprovecharían la vega del Culebro.
Dirección Norte-Sur: a lo largo de este eje se sitúan una serie de yacimientos, como "Tinto de la Cruz" (al norte de Pinto, en las cercanías del arroyo Culebro) y "Las Fronteras" (en la zona de Puerta de Pinto, cerca de la carretera de Andalucía).
Hipótesis Sobre el Origen de Pinto
Desconocemos quiénes fueron los fundadores del núcleo que dio origen a la villa.
Primera hipótesis.- Una de las hipótesis más fundamentadas apunta a un origen romano del núcleo y al término "Punctum" (del latín: punto de paso) como origen del nombre del municipio.
Segunda hipótesis.- Hay una segunda hipótesis sobre el origen del municipio que lo sitúa bajo el poder del Islam, y que tiene relación con una hermosa leyenda que nos dejaron los invasores de la media luna: "La Leyenda del Arca" y la denominación de "centro geográfico de la península Ibérica". Según la vieja leyenda árabe, que la tradición ha traído hasta nuestros días, los musulmanes llevaron a cabo unas mediciones que situaron en Pinto, en el Egido, justo en la esquina Xata, en la confluencia de las calles del Hospital y Maestra María del Rosario (hasta 1935 calle del Arca), el punto céntrico de la península. En el citado lugar, siempre según la leyenda, enterraron los invasores, bajo una piedra circular marcada con una X, el arca, en cuyo interior depositaron los instrumentos que habían utilizado en sus mediciones.
Pinto centro de España
Situado entre dos importantes vías de comunicación, como son la carretera de Andalucía (N-IV) y la vía férrea Madrid-Aranjuez (C-3), Pinto se encuentra en el punto céntrico de la península Ibérica, a una altitud de 604 metros y a tan sólo 20 kilómetros al Sur de Madrid, capital de España. La extensión de su término municipal es de 62,7 kilómetros cuadrados.
El desarrollo de la ciudad ha evitado la invasión del hormigón y el asfalto y, en la actualidad, a pesar de su modernidad, la preocupación por conservar su entorno natural ha convertido Pinto en el municipio madrileño de la zona sur con mayor extensión de espacios verdes por habitante (27 metros cuadrados).
De todas las curiosidades propias de Pinto, hay cuatro que el visitante debe conocer de inmediato:
"Entre Pinto y Valdemoro"
Aunque no existe base histórica documentada para conocer con certeza el origen de tan famosa frase, todos los cronistas que han abordado el tema apuntan como posible causa de la misma a las diferencias que distintos monarcas hicieron entre Pinto y Valdemoro durante los siglos XII y XIII.
Las diferencias fueron llevadas a cabo por Alfonso VII (1184), Alfonso VIII (1208) y Fernando III el Santo (1239).
Fue precisamente la presencia de este último monarca entre ambas villas lo que, con toda probabilidad, dio origen a la famosísima frase. Así lo recogen en sus obras los cronistas Florentino Castañeda ("Entre Pinto y Valdemoro"), Juan José Sánchez ("Una breve historia de Pinto") y Gonzalo Arteaga ("Pinto: éste es mi pueblo").
Según este último historiador, el hecho de que el rey presenciara la colocación de los hitos en la linde de ambos pueblos dio pie a que cuando alguien preguntaba en la Corte: "¿dónde está su majestad?", los cortesanos, que tomaron a broma la referida frase, contestaban a coro: "¡entre Pinto y Valdemoro!".
Pinto: cruce de caminos, punto de encuentro
El nombre del municipio procede de la palabra "punctum"/punto, del latín "punto de paso" o "cruce de caminos", debido a que esta población era un lugar de paso y encuentro de las viejas calzadas romanas, además de ser el punto central de la península Ibérica (ver "Leyenda del Arca").
Por tal motivo, el blasón de la villa representa el mundo y, en el centro de la Península Ibérica, un punto; queriendo significar con esta alegoría que aquel punto es el centro de España, dándose el nombre de "punto" a la población más inmediata que, por corrupción lingüística, se llama hoy Pinto.
El 28 de julio de 1579, Felipe II ordenó detener a su secretario, Antonio Pérez, acusado, entre otros delitos, de violación de secretos de estado a los rebeldes de Flandes y a Isabel de Inglaterra y de hacer un doble juego enfrentando a Felipe II con su hermanastro Juan de Austria.
Esa misma noche, el monarca mandó detener a Ana de Mendoza, princesa de Éboli, por sus intrigas cortesanas y por su complicidad con Antonio Pérez. La princesa fue conducida en cuestión de horas a la torre de Pinto, donde permaneció encerrada durante seis meses, sufriendo las incomodidades de una de las construcciones más antiguas de la Comunidad de Madrid.
La Leyenda del Arca
En Pinto se encuentra, según una vieja leyenda, el punto céntrico de la península Ibérica.
La tradición ha traído hasta nuestros días la Leyenda del Arca, que cuenta cómo los árabes hicieron unas mediciones que situaron en esta localidad, en el Egido y, más concretamente, en la esquina Xata (confluencia de las calles Maestra María del Rosario y del Hospital) el punto céntrico de la península y, enterrado en este punto, un arca con los instrumentos que se habrían utilizado para llevar a cabo tales mediciones.
HISTORIA DE PINTO
Culturas Metalúrgicas
Se han localizado pequeños poblados emplazados en las proximidades del arroyo Culebro. En el yacimiento denominado "Pedazo del Muerto", se apreciaron una cabaña, algunos fondos, cubetas y pozos, así como distintos materiales cerámicos e industria ósea; en el yacimiento conocido como "Las Fronteras" se localizó un enterramiento, también relativo a este período.
Edad del Bronce
Localizamos aquí, en el yacimiento del barrio de El Prado, un hábitat fechado en el bronce final: cabaña, hogares y fondos.
Edad del Hierro
Los restos hallados de este período recorren la franja del término municipal de Pinto desde el sudoeste al noroeste; algunos próximos al arroyo Culebro. El principal yacimiento, "La Capellana", está situado siguiendo el curso del arroyo de los Prados, al sur del Culebro. Es un enclave fechado en la Edad del Hierro, en el que no se pudieron localizar estructuras, salvo una alineación de piedras en tres hileras, casi paralelas, y de difícil interpretación.
Los restos hallados son: cerámicas, un alfiler de bronce con la cabeza engrosada y un fragmento de hacha pulimentada.
Pinto en la historia: de la época romana al siglo XIV
Epoca Romana
El modelo de ocupación romana en el término municipal de Pinto parece haberse desarrollado siguiendo dos ejes direccionales:
Prerromano: siguiendo el curso del arroyo Culebro, al norte del municipio. Se desconoce la identidad de estos hábitat, aunque podría tratarse de pequeños asentamientos agrarios que aprovecharían la vega del Culebro.
Dirección Norte-Sur: a lo largo de este eje se sitúan una serie de yacimientos, como "Tinto de la Cruz" (al norte de Pinto, en las cercanías del arroyo Culebro) y "Las Fronteras" (en la zona de Puerta de Pinto, cerca de la carretera de Andalucía).
Hipótesis Sobre el Origen de Pinto
Desconocemos quiénes fueron los fundadores del núcleo que dio origen a la villa.
Primera hipótesis.- Una de las hipótesis más fundamentadas apunta a un origen romano del núcleo y al término "Punctum" (del latín: punto de paso) como origen del nombre del municipio.
Segunda hipótesis.- Hay una segunda hipótesis sobre el origen del municipio que lo sitúa bajo el poder del Islam, y que tiene relación con una hermosa leyenda que nos dejaron los invasores de la media luna: "La Leyenda del Arca" y la denominación de "centro geográfico de la península Ibérica". Según la vieja leyenda árabe, que la tradición ha traído hasta nuestros días, los musulmanes llevaron a cabo unas mediciones que situaron en Pinto, en el Egido, justo en la esquina Xata, en la confluencia de las calles del Hospital y Maestra María del Rosario (hasta 1935 calle del Arca), el punto céntrico de la península. En el citado lugar, siempre según la leyenda, enterraron los invasores, bajo una piedra circular marcada con una X, el arca, en cuyo interior depositaron los instrumentos que habían utilizado en sus mediciones.
REINO VISIGODO
De la época visigoda se han encontrado dos yacimientos en el término:
"Tinto Juan de la Cruz".- La última fase de ocupación corresponde a un cementerio visigodo (s.VI). "Barrio de El Prado".- Necrópolis de las mismas características que la anterior (s.VII).
Época Islámica
No se han documentado restos pertenecientes a este período, aunque toda esta zona estuvo bajo la dominación musulmana desde el año 711 hasta el 1083.
Reconquista
La pequeña aldea de Pinto fue una de las poblaciones que el rey Alfonso VI reconquistó, hacia el año 1083, en su avance hacia Toledo, reconquistado en el año 1085.
Siglos XII y XIII
Durante largo tiempo la aldea de Pinto es objeto de disputas territoriales entre el obispo de Palencia y las ciudades y tierras de Segovia y Ávila con Madrid; unos contenciosos que dan lugar a las intervenciones de distintos monarcas con los consiguientes deslindes, uno de los cuales tiene que ver, probablemente, con la popular frase de "Entre Pinto y Valdemoro".
El 7 de febrero de 1184, el rey Alfonso VII ordena el primero de estos deslindes, situando la línea divisoria de Madrid y Segovia entre ambas poblaciones. El deslinde es posteriormente ratificado por Alfonso VIII.
Los conflictos fronterizos continúan y se hace necesaria la intervención, en 1239, del rey Fernando III el Santo, quien presencia personalmente la colocación de 42 hitos y mojones entre las poblaciones de Pinto y Valdemoro.
Es precisamente la presencia de "El Rey Santo" entre los dos pueblos y su determinación de no desairar ni a los de Pinto ni a los de Valdemoro, que competían para ser los anfitriones del monarca, ofreciéndole unos y otros sus mejores caldos y viandas.
Siglo XIV- XV
En el año 1332, el rey Alfonso XI intenta ceder la aldea de Pinto a Martín Fernández, Alcalde Mayor de Toledo; sin embargo, ante las protestas del Concejo de Madrid, a cuya jurisdicción pertenecía Pinto, se ve obligado a revocar su decisión.
En 1359, Pinto pasa a ser Villa de Señorío al ser entregada por el rey de Castilla, Pedro I el Cruel, a D. Íñigo López de Orozco, por los buenos servicios prestados a la corona.
En el curso de la guerra entre Pedro I y su hermano bastardo Enrique de Trastámara, D. Íñigo abandonó la causa de "El Rey Cruel" para aliarse con el pretendiente, por lo que fue despojado de sus propiedades, entre ellas la de Pinto.
Finalmente, D. Íñigo López de Orozco, primer señor feudal de la Villa, fue hecho prisionero tras la batalla de Nájera y asesinado por el propio rey, que vengaba así su traición.
En el siglo XIV, la aldea, primero, y Villa de Señorío de Pinto, después, comienza a tener una cierta entidad, aunque su población se ve seriamente mermada por las diversas epidemias que asolan estas tierras.
El 10 de septiembre de 1380, Juan I, hijo de Enrique II (Enrique de Trastámara) devuelve el Señorío de Pinto a la legítima heredera de D. Íñigo López de Orozco, Dña. Juana de Orozco.
En 1382, Juan I recibe en el "castillo" de Pinto, propiedad de Dña. Juana de Orozco, a D. Juan Fernández de Andeiro, embajador de Portugal, propone al monarca de Castilla el matrimonio con su hija, la infanta Dña. Beatriz. Boda que se celebraría el 14 de mayo de 1383 en Badajoz.
Dña. Juana de Orozco se une en matrimonio a D. Pedro Suárez de Toledo Mendoza, Alcalde Mayor y Notario Mayor de Toledo, con el que tiene dos hijas: Dña. Teresa y Dña. Inés de Ayala, entre las que se dividiría la propiedad de Pinto.
En este período se produce la consolidación definitiva del núcleo:
El núcleo primitivo, formado por las calles Lista, Calzada Real, Amadeo I y del Cuartel, presenta una estructura típica medieval, de trazado radial con el centro en la plaza (actual Pza. de la Constitución). Un espacio doblemente funcional: plaza del mercado, que como tal centralizaría todo el comercio del burgo, y lugar de celebración de festejos y actos públicos.
El caserío es homogéneo en este período, construido en adobe con fachadas encaladas, destacando algunas casonas solariegas en piedra o ladrillo.
En 1405, el rey Enrique III el Doliente, ante la reclamación que de Pinto hacía el Concejo de Madrid y, basándose en disposiciones de monarcas anteriores, resuelve en favor de los demandantes, despojando a Dña. Juana de Orozco de su propiedad.
Sin embargo, al año siguiente, fallecido Enrique III, su sucesor, Juan II devuelve la propiedad a Dña. Juana, quien divide el Señorío de Pinto entre sus hijas:
Siglo XVI
Éste es un siglo especialmente importante para el Señorío de Pinto que, del lado de los rebeldes, toma partido contra el emperador, Carlos I de España y V de Alemania, en las revueltas Comuneras; y a través de su torre, en una de las páginas más extraordinarias de la historia de España: "La Leyenda Negra".
Entre sus muros fueron recluidos, por orden del rey Felipe II: Dña. Ana de Mendoza y de la Cerda, princesa de Éboli (1579), Antonio Pérez, Secretario del Rey (1589) y su esposa, Dña. Juana de Coello e hijos (1590).A la muerte de Dña. Leonor de Toledo heredó el Señorío de Pinto su marido, D. Alfonso Carrillo de Acuña.
Del siglo XVI data también el origen del convento de las Reverendas Madres Capuchinas, que se funda como beaterio. Más tarde se transforma en convento de las monjas Bernardas, aunque por poco tiempo, ya que la congregación se traslada a Madrid, instalándose en un convento de la Carrera de San Jerónimo donde, durante largo tiempo, se las conoce con el apelativo de "Las Monjas de Pinto".
La actual iglesia es, en este período, una pequeña ermita consagrada a la Virgen de la Asunción, cuya imagen se conserva en el convento de las Capuchinas y es venerada como Patrona de Pinto.
A lo largo del siglo XVI se desarrollan una buena parte de las obras de la Iglesia Parroquial de Santo Domingo de Silos.
Siglo XVII
El día 2 de julio de 1624 el rey Felipe IV crea el Condado de Pinto en la persona de D. Luis Carrillo de Toledo
En este período tenemos que destacar la finalización de las obras de la Iglesia Parroquial de Santo Domingo de Silos .
Siglo XVIII
En este período tenemos que destacar la finalización de las obras de la Iglesia Parroquial de Santo Domingo de Silos .
Siglo XVIII
La Descripción Lorenzana y el Catastro del Marqués de la Ensenada nos ofrece interesantes datos de la población de Pinto en este período, así como de la trama urbana y la actividad económica.
En esta época, Pinto carece de cualquier establecimiento industrial o de artesanía. La actividad es exclusivamente agrícola y comprende una producción de vino y granos de distinto tipo, garbanzo, olivo y algo de hortalizas regadas por noria. Hay canteras de piedra blanca y sólida, y algo de yeso.
La trama urbana, en la que destacan, además de la plaza, la torre y los edificios religiosos, está compuesta por más de 600 casas, 400 de ellas están en buenas condiciones, 200 arruinadas y 21 abandonadas; cifras que avalan la hipótesis de la fuerte recesión económica y demográfica de finales del XVII y XVIII.
Siglo XIX
De comienzos del siglo XIX es el primer plano topográfico que da cuenta de la estructura arquitectónica y urbanística de Pinto. El "Barranco del Egido" divide al núcleo urbano en dos sectores Este y Oeste.
El 6 y 7 de diciembre de 1808 las tropas francesas saquean la villa de Pinto, profanando y expoliando la Iglesia de Santo Domingo de Silos.
De mediados de siglo (1858) es el primer plano que nos aporta de una forma detallada la configuración urbana del municipio con los nombre de sus calles.
Los pinteños, al igual que los vecinos de otros municipios colindantes, se movilizan contra el invasor francés en la Guerra de la Independencia. En este capítulo merecen especial mención el guerrillero de apodo "El Pinto", quien demostró gran audacia y valor contra los franceses, y la destrucción del Convento de San Fco. de Asís por las tropas del ejército invasor, como represalia por la voladura de un polvorín.
En febrero de 1851 la reina Isabel II inaugura la segunda línea de ferrocarril española Madrid-Aranjuez. Pinto sería parada intermedia con Villaverde, Getafe, Valdemoro y Ciempozuelos.
La economía agrícola y ganadera de Pinto continúa en decadencia por múltiples causas: la mala política agrícola, las turbulencias de la época y las plagas.
Se arrancan gran cantidad de viñedos y olivares que son sustituidos por cereales; y se cierran también bodegas, cuevas y queserías.
Uno de los principales acontecimientos que se producen en Pinto a mediados del siglo XIX es la fundación, en 1854, de la fábrica de chocolate "Compañía la Colonial", una de las más importantes del sector, como primera consecuencia de la instauración de la línea de ferrocarril Madrid-Aranjuez. Los promotores de la fábrica fueron los hermanos de origen francés: Jaime y Edmundo Méric.
Es éste el único establecimiento industrial importante instalado en Pinto en el siglo XIX; el resto de la industria permanece ligada a la actividad agrícola.
La próxima semana continuaremos contando cosas muy interesantes sobre el pueblo de Pinto.
Hasta pronto!!!
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