Hoy hablaremos de otra técnica muy útil y que gusta muchísimo porque con ella se pueden hacer multitud de trabajos.
EL PATCHWORK
Todas estas técnicas ya se utilizaban en épocas antes de Cristo en Egipto (s. IX a.C.), al Sur de Siberia (s. V o IV a.C.), junto al Mar Negro (s. I a.C.), e incluso en la época romana, según pinturas y muestras que se han encontrado.
Se fueron utilizando durante siglos en el Norte de África, Persia, Siria, la India y China, y cuando los Cruzados llegaron a Palestina trajeron el Patchwork a Europa, donde floreció, principalmente en Inglaterra, tanto para uso decorativo, como para uso habitual en prendas de abrigo y protección.
Nuestra versión del Patchwork es la “almazuela”, que está documentada en textos riojanos del siglo XVII; como artesanía textil y se conserva especialmente en la sierra de Cameros (La Rioja). Se trata de vistosas piezas con diferentes usos caseros, sobre todo colchas y manteles.
Durante siglos el Patchwork fue viviendo épocas buenas y otras malas, hasta que entre 1775 y 1885 los emigrantes ingleses y holandeses lo llevaron a los Estados Unidos.
En el siglo XVIII, con los avances tecnológicos en la industria de la fabricación de textiles, el Patchwork se convirtió en una tarea popular, lo que antes se consideraba un signo de pobreza (por reutilizar y reaprovechar retales de telas), cada vez se consideraba algo más normal y artístico.
En aquellos tiempos tan duros y de grandes carencias, cumplía dos funciones: las mujeres de los colonos re-utilizaban las pocas telas de que disponían para confeccionar prendas; y tenían lugar reuniones sociales donde se reunían para confeccionar su colcha, edredón...
Se empezaron a confeccionar los Quilts colectivamente para conmemorar ciertos acontecimientos: boda de una hija, mayoría de edad de un hijo…
Las hijas de los pioneros empezaban muy pronto a confeccionarlos, ya que era muy importante que cada chica tuviera en su ajuar doce Quilts (uno por cada mes del año) más un decimotercero llamado anillos de boda (Double Weadding Ring).
Al llegar el siglo XX, ya no cumplían su función práctica y pasaron a ser totalmente artísticos. Actualmente en casi todos los hogares americanos hay una/un Quilter, es el país donde está más extendido, y dónde se ha desarrollado el Patchwork tal y como lo conocemos actualmente.
EL PATCHWORK HOY EN DÍA
El patchwork se convirtió en moda en los años 60, y ha continuado hasta hoy, presentándose en múltiples variedades de formas en las tiendas.
Las exposiciones internacionales de Patchwork atraen a miles de visitantes alrededor de todo el Mundo, mientras que en las ciudades más pequeñas se celebran exposiciones y ferias todos los meses.
Con esta técnica se pueden realizar estos trabajos y muchos más, como por ejemplo:
Colchas
Edredones.
Plaids.
Caminos de mesa.
Cojines.
Fundas.
Bolsos.
Baberos y complementos para bebés….
En el Patchwork se trabaja con pequeñas piezas de telas cosidas entre sí por los bordes, un trabajo, como los citados anteriormente. Es una técnica perfecta para que nuestra imaginación vuele.
Que se necesita para realizar patchwork?
Telas: Los materiales que necesitamos son fáciles de encontrar. Tenemos que tener variedad , así que trabajaremos con más de una y ya solo nos queda decir : manos a la obra!!.
Tijeras de tela: Es lo mejor para cortar telas. Se venden en mercerías, las hay de varios precios, algunas muy económicas
Regla: Será esencial para cuando necesitemos calcular las medidas. Y es que hacerlo a ojo no es nada recomendable si queremos que nuestro trabajo quede bien.
Un lápiz negro. Para que te ayude a dibujar los patrones sobre un papel.
Un jaboncillo. Para marcar las telas. También de venta en mercerías. En caso de que se te haya olvidado, un jabón normal te sirve, agujas, hilos, alfileres, dedal y tijeras.
Pasar la plancha, con cuidado para que no estropee el trabajo realizado, le dará el toque final al trabajo.
LAS TÉCNICAS MÁS CONOCIDAS SON:
El jardín de la abuela. Es una de las técnicas más conocidas. La mecánica es muy fácil ya que tienes que ir cosiendo hexágonos combinando colores y estampados hasta que se forme el dibujo que queremos. Luego irás cosiendo los bloques para crear la pieza.
El piecing. Consiste en estampar figuras geométricas en la tela de forma que queden lo más vistosas posible. Eso sí, es importante que estén bien recortadas. Si no, el efecto que proporciona no lucirá tan bien.
Se fija el trozo de tela a un papel precortado. Las figuras resultantes (triángulos, exágonos, cuadrados…), se van uniendo entre sí para formar patrones más grandes.
Log cabin. A partir de un cuadrado, se va cosiendo tejido en vertical y en horizontal alrededor y sobreponiéndolos.
Estrella. Como la palabra indica, coses trozos de tela de diferentes colores y estampados con la intención de hacer la figura de una estrella.
Plato de Dresdén
La técnica que requiere mayor elaboración en su creación, el plato de dresdén consiste en coser todos los trozos que vayamos a utilizar uno al lado del otro en forma de circulo. Esta presentación redondeada recuerda al de un plato, de ahí que reciba ese nombre.
Para completar este diseño, se debe colocar un aplique en el centro del círculo a modo de decoración. El único requisito que deben tener nuestros trozos de tela, es que sean del mismo tamaño para que no sobresalgan unos respecto a otros.
Aplique
Es la técnica más creativa de todas, la aplicación o aplique se caracteriza por plasmar en el tejido un dibujo que habremos creado previamente. Tras recortar todas las telas, siguiendo el patrón de la figura pintada, toca unirlo todo mediante un termoadhesivo o pegamento especial para patchwork.
A la hora de realizarlo, es necesario utilizar algunas puntadas especiales como la de punto festón que hagan que el tejido tenga una mejor unión a la pieza sobre la que hemos pegado los trozos de retales.
Seguiremos hablando de esta técnica el próximo día
Hasta pronto!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario