Dicen que desear buena suerte en un teatro da mala suerte. En cambio, se utilizan expresiones como: en alemán: “Hals und Beinbruch” (¡Rómpete el cuello y la pierna!), "Break a leg!" (en inglés, ¡Rómpete una pierna!), en portugués “Parte uma perna!” y hay una en italiano, que es más utilizada en el mundo de la ópera “In bocca al luppo” (En la boca del lobo).
Se dice que esta frase se remonta a la época Shakesperiana cuando el elenco teatral se presentaba en obras de teatro les aventaban tomates o vegetales si la obra no gustaba, pero si la puesta en escena gustaba arrojaban monedas.
Frente a esta situación, los actores debían agacharse muchas veces para recogerlas. De ahí, que al desear que se rompieran una pierna era por las flexiones que debían hacer al recoger las monedas. Esta expresión se utiliza en todo el ámbito teatral, sin embargo, se escucha mucho más en espectáculos musicales y de danza como ballet.
En España uno de los saludos más utilizados en el lenguaje teatral es: “Mucha mierda”.
Hay diversas teorías sobre el origen de la expresión, pero una de las más conocidas y aceptadas en el gremio teatral se remonta a los siglos XVII y XVIII. En ese tiempo, la clase social más alta de la ciudad, visitaba el teatro en carruajes tirados por caballos.
Antes de comenzar la función los miembros de la compañía podían calcular la cantidad de espectadores adinerados, debido a la cantidad de excremento cerca del teatro o corral de comedias. No resultaba extraño para aquel entonces que los caballos hicieran sus necesidades en los predios de un teatro o una compañía dramática.
De esta manera se podía apreciar que el número de espectadores era alto y según la acogida del público se arrojarían más monedas al escenario incrementando los beneficios para los actores y directores. Por ello, entre más “mierda” mayor la popularidad y prestigio para la puesta en escena. Y de ahí que se le desee a un elenco teatral “Mucha mierda” antes de un espectáculo.
Existe también otra teoría, contextualizada esta vez en la Edad Media, según la cual los artistas de las compañías de teatro se movían de pueblo en pueblo en carromatos.
De este modo, cuando los dramáticos veían en la entrada de un pueblo mucho estiércol suponían que había una feria o mercado que aseguraba la afluencia de público y, por lo tanto, la posibilidad de recaudar mayor cantidad de dinero como ganancia.
En las artes escénica nos solo hay frases curiosas, también hay una serie de supersticiones que forman parte del entramado social del teatro.
Por ejemplo, en algunos teatros, los lunes no se abre al público. El motivo es para que los fantasmas del teatro puedan deambular por la sala y disfrutar de sus propias funciones, porque en todos los teatros hay fantasmas. A esto se le suma que es necesario dejarles una luz encendida para que puedan encontrar el camino y no se accidenten a media función.
Otra de las cábalas que se remonta desde el siglo XVII es que no se puede nombrar “Macbeth” dentro de una sala de teatro. Según la creencia se dice que, dentro del guion de la obra, los diálogos de las tres brujas contienen hechizos reales escritos por el mismo Shakespeare por lo que se considera una obra maldita.
En la mayoría de profesiones existen supersticiones. Las artes escénicas no son la excepción. Y como toda buena superstición no se tienen pruebas de su veracidad, pero son imprescindibles en la cultura teatral.
Y hasta aquí los Dimes y diretes de esta semana.
¡Esperamos que os haya parecido interesante!
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