Sencillez y variedad son las características principales de las plantas que hoy os traemos aquí. Nos referimos a las plantas suculentas o crasas. Tal vez por esa variedad de formas y especies, las plantas suculentas son un referente para los amantes de la jardinería, y por su dureza, para aquellas personas que asumen tener poca mano con las plantas. Su mayor ventaja es que necesitan poco espacio y además crecen casi en cualquier lugar, acostumbradas a aprovechar oquedades, huecos o agujeros, incluso en la roca.
De todas formas, pese a su dureza y su simplicidad, caemos siempre en el error de darles los mismos cuidados que al resto de las plantas. Un fallo habitual en su cultivo si tenemos en cuenta que las plantas suculentas son una familia botánica singular que cuenta con un insigne representante que nos da pistas sobre sus cuidados: los cactus.
POCO AGUA
Si pensamos como hemos dicho anteriormente que son familia de los cactus, será la mejor forma de darnos cuenta de que sus necesidades de agua son reducidas. De hecho debemos tener muy presente que tienen la habilidad de captar la humedad del ambiente y retenerla en sus hojas, tallos y raíces, frutos de sus miles de años de evolución.
Por esto mismo no será extraño que podamos verlas suspendidas o en recipientes a priori incompatibles, como vidrio o madera. Incluso con sustratos un tanto raros y escasos. Hasta en estas circunstancias, son capaces de tener cierta capacidad de hidratación.
Es así como el riego en este tipo de plantas debe ser una cuestión muy a tener en cuenta, dado que no necesitan agua apenas. De manera que si en invierno debemos restringir el riego a uno cada 15 días, en verano y primavera, como mucho será de un riego semanal. Riego que además no debe encharcar bajo ningún pretexto. Será casi un refresco que un riego.
MUCHA LUZ
Aunque necesitan mucha luz, nunca someteremos a las suculentas al sol directo y mucho menos en verano. Sobre todo, porque para poder mantener una correcta hidratación necesitan poder guardar las reservas de agua y la exposición directa al sol las deshidrata.
Sin embargo, necesitar abundante luz no quiere decir que debamos exponerlas deliberadamente al sol, ya que en muchos casos las hojas comenzarán a tornarse de color rojizo, señal de que tienen cierto grado de estrés térmico por el exceso de rayos uva, que queman las hojas.
Puede ocurrir al contrario, que notemos como las hojas comienzan a palidecer, y eso será la señal contraria, de que nuestra crasa o suculenta nos está pidiendo más luz directa.
EL DRENAJE ES FUNDAMENTAL.
Como hemos dicho antes, las suculentas no toleran estar encharcadas y puede suponer su muerte, si insistimos en este tipo de riego. Por eso mismo, es importante que las plantas suculentas tengan un buen drenaje que permita eliminar el exceso de agua. Olvidaos del típico plato que retenga el agua y encharque. Si no pudieras evitar tener el plato debajo de la maceta, asegúrate de quitar el agua sobrante para no encharcar.
SUSTRATO MUY SENCILLO.
Con la capacidad de poder instalarse casi en cualquier superficie que le garantice su supervivencia, el sustrato que utilicemos puede ser de un sencillez absoluta. Por eso mismo, no necesitan un sustrato rico en minerales sino, más bien, un suelo pobre. Así que, para darle a nuestras plantas suculentas lo que necesitan, nada como plantearnos mezclar el sustrato con arena o con sustrato para cactus.
Por todo esto, la simplicidad de los cuidados de estas sencillas plantas que por su forma ya son de una belleza extraordinaria, mucho más los serán cuando estén en estado de plena floración. Por qué sí, las suculentas también tiene la capacidad de tener flores.
Gracias a sus muchas formas, tamaños y estilos, las suculentas son cada vez más preferidas por todo tipo de jardineros y jardineras.
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