Hoy os traigo una receta muy muy fácil, rápida y que queda siempre bien, yo la hago a menudo no solo para grandes ocasiones o reuniones familiares o de amigos sino un fin de semana o cualquier día que te apetezca tomar algo dulce y sano.
Para desayunar o merendar va sensacional, y es sano en el sentido de que al no ser bollería industrial no tiene ni conservantes ni colorantes.
Así que os animo a todos a que hagáis esta receta que seguro os gustará.
Después de hacer el bizcocho lo puedes adornar por encima con cobertura de chocolate, con azúcar glas, glaseado de limón… o dejarlo tal cual….eso ya al gusto del cociner@.
Preparados, pues vamos allá:
Ingredientes.
Un yogurt de limón preferiblemente aunque puede ser también natural.
1 medida (vasito del yogur) de aceite de girasol, aunque yo he usado de oliva y sale igual de rico.
2 medidas (con el mismo vasito del yogur) de azúcar.
3 medidas de harina
3 huevos
1 sobrecito de levadura en polvo.
Mantequilla para engrasar el molde.
Preparación.
La base de esta receta es tomar como medida el vasito de yogur, lo que facilita mucho el tema de los ingredientes, y es una receta sencilla que la puede hacer hasta los niños porque no tienes que ir midiendo y pesando las cantidades. Lo ideal es utilizar yogur de limón porque le da un sabor especial, pero en caso de no tener podríamos utilizar uno natural y poner ralladura de limón para añadirle algo de sabor al bizcocho.
Precalentamos el horno a 180ºC.
Echamos el yogur en un bol grande y utilizamos el vasito como medida.
A continuación echamos los huevos y batimos los huevos con el azúcar, luego añadimos el sobrecito de levadura y la harina tamizada (es decir pasamos la harina por un colador y dando pequeños golpecitos la vamos añadiendo poco a poco) y por último añadimos el vasito con el aceite.
Utilizaremos la batidora eléctrica, batiendo después de cada adición de un nuevo ingrediente. Yo lo bato a mano y al final sí que cuando están todos los ingredientes juntos le doy un poco con la batidora( si tenéis batidora con varillas mucho mejor pues le da esponjosidad al bizcocho) para que quede todo bien mezclado sin grumos.
Cuando tengamos una masa homogénea y fina, volcamos sobre un molde desmontable, al que habremos untado de mantequilla y espolvoreado con harina para que luego resulte fácil desmoldar el bizcocho.
Horneamos durante 30-35 minutos a 180ºC, o hasta que veamos que la punta de un cuchillo sale limpia al pinchar en el centro del bizcocho.
Desmoldamos, dejamos enfriar y listo, ¡ya podemos disfrutar de nuestro delicioso bizcocho! ¿Qué tal? ¿Cómo os ha quedado? si hacéis la receta no os olvidéis poner vuestras sugerencias y opiniones en el blog. Gracias a todos y ¡buen provecho!
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