Consejos para que tus plantas luzcan vivas y den un toque de estilo a tu hogar.
Muy pronto cambia la hora y tendremos menos horas de sol. Pero, ¿quién ha dicho que porque llegue el invierno tengamos que sumergirnos en la oscuridad y la falta de vida? Abre tu mente, saca tus herramientas y deja que tu casa sea invadida por flores y plantas.
Y no es solo por una cuestión de decoración por lo que te recomendamos que pongas plantas en tu casa, sino que además le aportarán beneficios a tu salud, a tu estado de ánimo… En fin, que son un elemento más importante de lo que parece, que te ayudará a mejorar tu calidad de vida y a tener una vivienda más saludable.
Algunos de los clásicos para esta temporada son: los floridos pensamientos, los duraderos alhelíes… Aquí tienes algunas tendencias más. Además, algunas de las plantas de interior más comunes debido a su sencillo mantenimiento son los ficus, los potos o drácenas.
Cuidados básicos
Y ahora pasamos a darte unos consejos básicos sobre cómo cuidar tus plantas. Eso sí, siempre partiendo de la base de que cada planta es un mundo y como tal cada una tiene sus propias instrucciones de supervivencia. Así que infórmate bien de cómo tienes que cuidar cada planta en concreto:
Luz: La luz es importantísima, prácticamente todas las plantas la necesitan para vivir (sin ella no podrían realizar la fotosíntesis) aunque, eso sí, unas la necesitan mucho más que otras. Lo ideal es colocar las plantas en un lugar de la casa donde las dé la luz, pero que no incidan directamente sobre ellas los rayos solares.
Temperatura: En las de interior lo idóneo normalmente es una temperatura de entre 15 y 20º C. No las pegues a los radiadores ni las coloques en lugares de mucha corriente. Y si te decides por plantas delicadas, también ten cuidado a la hora de ventilar.
Riego: No te olvides de regar tus plantas pero, aunque parezca mentira, en esto es mejor quedarse un poco corto que pasarse. Nunca hay que encharcar las plantas ya que el exceso de agua unido al frío puede hacer que las raíces se pudran.
Otros: Si están en el exterior, ten mucho cuidado con las heladas.
Y si eres un poco perezoso, no tienes tiempo o simplemente el cuidado de las plantas no es algo que te llame excesivamente la atención, siempre puedes optar por flores y plantas artificiales. Hay algunas muy logradas con las que mantienes las ventajas ‘visuales’ de las plantas naturales, pero sin tener que ocuparte de ellas. Eso sí, las ventajas saludables de las plantas reales con éstas se pierden.
Existen especies que se adaptan perfectamente a los rigores de la estación invernal, como también hay una serie de cuidados básicos que deben realizar en este momento del año.
Se trata de un buen periodo para renovar parte del sustrato, así como para proteger aquellas plantas que pueden sufrir más con los fríos y las heladas.
No sólo del sol y las buenas temperaturas viven las plantas. Es erróneo pensar que durante los meses más fríos del año el jardín, incluso el interior de casa.
Van a quedar desprovistos de su belleza a la espera de tiempos mejores y más benignos climatológicamente.
Eso sí, resulta fundamental tener en cuenta algunas premisas para que arriates y macetas luzcan lo más bonitos posible.
Las heladas: su principal enemigo
Es indudable que durante el invierno las plantas necesitan protección, sobre todo de las heladas y las lluvias si éstas son abundantes, y por tanto, ha llegado el momento de colocarlas en zonas cercanas a paredes o muros.
Incluso los arbustos que pueden parecer más resistentes es posible que requieran protección ante el frío severo.
Por su parte, que las especies más frágiles agradecerán que se las recubra con un plástico, siempre éste las deje respirar y les permita recibir claridad.
Otra cuestión importante radica en intentar que el frío procedente del suelo afecte lo menos posible a las plantas que crecen en macetas, por les que irá muy bien aislarlas de él mediante un material que sea poroso (madera, por ejemplo).
Si la terraza o el jardín están orientados al norte y reciben el viento de esta zona, se deberá colocar protectores con el fin de reducir su acción.
De la misma forma es interesante cubrir con una capa de paja las yemas de las plantas, ya que se muestran muy frágiles y sensibles al frío.
Riego, sólo el necesario
A la hora de regar las plantas, resulta preferible quedarse corto a la hora de regarlas que pasarse.
El agua en exceso sumada a las bajas temperaturas contribuye a que las raíces se pudran.
Igualmente, hay que comprobar que el drenaje de jardineras y macetas funcione correctamente con el fin de evitar encharcamientos que pueden ser fatales.
Para proteger mejor las raíces y renovar la tierra, conviene añadir una capa de sustrato, procurando que las hojas inferiores de la planta no lo toquen y acaben dañándose con el agua de riego.
Plantas que adornan
Respecto a las especies ideales para adornar el jardín durante el invierno, nada mejor que los pensamientos, que son muy resistentes al frío.
Poseen una gama de colores amplia, lo que permite realizar múltiples combinaciones, aunque sin olvidar dejar entre mata y mata unos 30 centímetros de distancia, y aportarle un suelo bien abonado y con cierta humedad.
También es buen momento para las primaveras y algunas variedades de gramíneas que ofrecerán un aspecto muy ornamental.
Además, durante el invierno es posible plantar rosales, teniendo en cuenta que les gusta el sol y no precisan riegos abundantes.
Atención a las plantas de interior
Si no se dispone de jardín, pero sí de un buen vergel dentro de la casa, los problemas no tendrán que ver tanto con el frío como con aspectos como la sequedad ambiental que provoca la calefacción y la falta de luz.
En el primer caso, se recomienda el uso de humidificadores o bien pulverizar la planta con frecuencia, procurando mantenerla bien limpia de polvo ambiental.
Los riegos no deben ser en absoluto tan abundantes como en verano, comedidos pero regulares.
Resulta básico que las especies de interior reciban la mayor cantidad de luz externa posible.
Una buena idea es cambiarlas de ubicación y trasladarlas a las habitaciones más luminosas de la casa.
Se pueden colocar cerca de las ventanas, siempre que esto no suponga situarlas al lado de radiadores o focos de calor, o someterlas a corrientes de aire.
Mientras que especies como los cóleos agradecen los ambientes cálidos, los ciclámenes y las azaleas prefieren estar en zonas más frescas.
Cuidando bien las pautas a seguir durante el invierno es la mejor manera de prolongar su floración y mantenerlas sanas y lozanas.
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