jueves, 11 de febrero de 2021

PASEA TU CIUDAD. CAMINO NATURAL DEL RÍO LOZOYA 1ª PARTE.

Monasterio de El Paular (Rascafría)

Os traemos hoy a esta sección una ruta que nos va a sacar de nuestra ciudad, pero que por su cercanía, es bastante asequible para nosotros y nosotras.

Se trata de una ruta que esta enmarcada en el Programa del Ministerio de Medio Ambiente, denominado Caminos Naturales. En este caso el Camino Natural del río Lozoya, el río que por excelenci, nos da agua a Madrid y hace que nuestro liquido elemento tenga tanta fama por su sabor. La ruta también se caracteriza por la variedad de ermitas que nos vamos a ir encontrando en el camino.

Para ello nos vamos a desplazar hasta el pueblo de Rascafría. Podremos hacerlo desde el Intercambiador de Plaza de Castilla, tomando el autobús interurbano número 194. Como la ruta de hoy termina en el mismo pueblo de Lozoya, este autobús pasa también por allí, de manera que también lo tomaremos a la vuelta. Eso sí, no tiene demasiadas frecuencias, de manera que para ir tomaremos el primero de la mañana, y para volver el último en Lozoya.

Este Camino se compone de una ruta principal y seis itinerarios complementarios, que ofrecen al viajero la posibilidad de acercarse a conocer la vertiente sur de la sierra de Guadarrama, al noroeste de la Comunidad de Madrid, por un valle salpicado de ermitas ocultas entre pinares centenarios, que cuenta con la presencia constante del río Lozoya, y una rica biodiversidad en la que destacan especies tan amenazadas como el águila imperial (Aquila adalberti) o la Graellsia, una mariposa nocturna única en el mundo.


Hoy vamos a recorrer el primero de los tramos desde El Paular o Rascafría,  hasta Lozoya. Por eso, desde Rascafría nos dirigiremos hacia El Paular, y aunque tengamos que volver por el mismo camino de nuevo, merece la pena acercarse a ver el monasterio y el puente del Perdón.
En pleno valle del Lozoya se levanta el Monasterio de Santa María de El Paular, declarado Monumento Nacional en 1876, gracias a su belleza arquitectónica donde se mezclan elementos góticos y barrocos.

El monasterio tiene su origen en el año 1390, cuando Juan I rey de Castilla, días antes de morir, mandó construirlo por orden de su padre Enrique II. Al año siguiente vendrían a residir en él sus primeros moradores, pertenecientes a la Orden de los Cartujos, que hasta la desamortización de1835 lo ocuparían, haciendo de él una de las grandes cartujas españolas.

Desde 1954, el monasterio lo habita una pequeña comunidad benedictina que se ocupa de su cuidado y mantenimiento, así como de atender a los visitantes que hasta allí se acercan.

El horario de visitas o de misas del monasterio se puede consultar en www.elpaular.org y en el teléfono 91.8 69.14.25.


Puente romano de El Perdón.

El Camino comienza en el Puente del Perdón, construido en el siglo XVIII, cerca del kilómetro 27,6 de la carretera M-604. Desde este punto parte también el primero de los ramales (Ruta de los Batanes). Este ramal que toma el nombre de la finca por donde discurre, pasa junto al cercano Monasterio de Santa María del Paular, parada obligatoria, permitiendo también una visita al cercano arboreto Giner de Los Ríos, un jardín botánico en miniatura que cuenta con especies de árboles exóticos que ofrecen sus mejores galas en primavera y otoño. Este ramal discurre paralelo a la carretera M-604, terminando a unos cien metros de la salida de Rascafría, junto a un puente por el que se puede cruzar el río Lozoya e incorporarse a la ruta principal.

Arboreto Giner de los Ríos.

Desde el Puente del Perdón, la ruta principal cruza el río para adentrarse en una alameda en la que se puede disfrutar de la quietud del valle. Al llegar a las ruinas de un antiguo colegio se atraviesa una puerta, y se continúa atravesando fincas de cultivo y prados ganaderos hacia Rascafría.

Una vez atravesado el arroyo Artiñuelo, ya en el pueblo, avanza por la avenida de los Cascajales en paralelo al arroyo. Al llegar a una rotonda con una farola en su centro, y tras un corto recorrido por el casco urbano, la ruta cruza la carretera del Puerto de la Morcuera (M-611) y tras dejar atrás el cementerio de Rascafría, continúa por una vía pecuaria que atraviesa la urbanización “Los Grifos” por un agradable paseo entre fresnos (Fraxinus sp.) y avellanos (Corylus avellana) hacia Oteruelo del Valle, donde el Camino Natural se bifurca, ofreciendo al viajero la posibilidad de continuar la ruta principal hasta Alameda del Valle, o bien tomar el segundo ramal hacia la ermita de Santa Ana. Nosotro tomaremos este último ramal.

Ermita de Santa Ana.

La ruta de la Ermita de Santa Ana parte del final de la calle Real de Oteruelo del Valle, y tras pasar por un área de descanso, cruza el río Lozoya para continuar hasta una manga o cercado ganadero desde donde la ruta continúa su viaje atravesando un pequeño puente con un paso canadiense, hacia un precioso rebollar. Unos kilómetros más adelante el Camino se estrecha, convirtiéndose en senda para ir girando hasta cruzar el arroyo de Santa Ana, y llegar a explanada donde se encuentra la ermita donde, además de visitar su interior, merece la pena disfrutar del paisaje serrano. El trazado vuelve a un camino ancho marcado por una cruz en honor a los pastores, y se dirige hacia Alameda del Valle pasando por su helipuerto y un parque, para continuar después hacia Pinilla del Valle donde enlaza con la ruta principal.

Embalse de la Pinilla con Pinilla del Valle al fondo.

De vuelta en el trazado principal, el camino bordea Pinilla por la calle del Embalse, desde donde ya se puede disfrutar de las primeras vistas del cercano embalse, junto al que se encuentra uno de los tres yacimientos del pleistoceno que hay en el municipio. Al llegar a unos contenedores de vidrio la ruta sigue, parando para reponer fuerzas en una fuente y continúa hasta el ayuntamiento de esta localidad donde merece la pena visitar la Iglesia de San Miguel Arcángel.

Ermita de la Concepción.


Desde Pinilla del Valle, el tercer ramal del Camino Natural (Ruta de la Ermita de la Concepción) asciende hacia la carretera M-604, para, tras cruzarla, llegar a la Ermita de la Concepción. Para regresar al camino principal, basta con desandar los pasos de vuelta a Pinilla. Tras salir del pueblo, el Camino avanza alejándose del agua entre fresnos trasmochados, un claro signo de la importancia del ganado en la comarca, para volver a orientarse hacia el embalse, por cuyo margen seguirá hasta entrar en Lozoya, atravesando un acogedor pasillo de centenarios robles rebollos (Quercus pyrenaica).

Ermita de la Fuensanta.

Antes de llegar a Lozoya se puede optar por recorrer el cuarto ramal consistente en un camino de ida y vuelta (Ruta de la Ermita de la Fuensanta). Para ello es preciso entrar al pueblo y llegar a la Iglesia de San Salvador, desde donde sube una empinada calle, presidida por una torreta eléctrica, que abandona Lozoya mientras ofrece unas hermosas vistas del valle.
Y hasta aquí la ruta de hoy en su primer tramo. El segundo tramo la semana próxima pero como siempre, os dejamos el croquis de hoy.






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