TRANSPLANTAR PLANTAS CORRECTAMENTE
Cómo
trasplantar una planta puede parecernos, a priori, una
tarea sencilla y sin importancia. La llevamos a cabo de manera regular y, en
muchas ocasiones, sin prestarle la atención que merece. Sin embargo, es
importante saber que este gesto puede marcar el desarrollo de una
planta. Y no nos referimos, únicamente, a su crecimiento. Un correcto
trasplante puede influir incluso en su buena salud. Un buen motivo para
darle a esta labor la relevancia que tiene. Y, lo que es todavía más
importante, saber cómo trasplantar una planta correctamente.
Los motivos para
trasplantar una planta son variados. En ocasiones, la razón de
hacerlo responde a un deseo estético personal. Una manera de aplicar las claves del paisajismo a
nuestro balcón, terraza o jardín. En otros momentos, la tarea busca mejorar la
vida de la planta ya sea para renovarle el sustrato o para fomentar su
crecimiento. Sea cual sea el motivo, hay algunas pautas que no podemos
perder de vista para saber cómo trasplantar una planta correctamente. Unas que
harán que ese gesto aparentemente tan rutinario cumpla su función de mejorar la
vida de nuestra planta.
Así que veamos paso a paso cómo trasplantar una planta
correctamente. Una labor para la que no solo hemos de contemplar el cómo
sino, además, el cuándo.
CÓMO TRASPLANTAR UNA
PLANTA CORRECTAMENTE PASO A PASO
Como muchas otras tareas de jardinería, cómo
trasplantar una planta correctamente conlleva cierta planificación. Y no: no es
algo accesorio. Aunque es poco conocido, hay un fenómeno que afecta a cualquier
planta cuando la realizamos: el shock por trasplante.
Un fenómeno que sufren las plantas, y que no deja de ser la
consecuencia de una tarea de jardinería mal ejecutada. Para una planta,
cualquier trasplante es sinónimo de estrés. El cambio de ubicación repercute
directamente en la planta. Y basta con comprender los factores que influyen en
ello para evitarlos.
Si bien es cierto que el shock por
trasplante es más común en las plantas de huerto, los distintos tipos de plantas ornamentales de exterior e
interior también lo sufren.
Dado que puede comprometer la salud de la planta,
nada como saber cómo trasplantar una planta correctamente. Unas instrucciones
de sencilla ejecución que nos evitarán disgustos.
1.
Conocer nuestra planta y sus necesidades
Puede parecer secundario, pero no lo es. El reino
vegetal es sumamente variado en cuanto a plantas de interior y plantas de
exterior. Y no hablamos únicamente del tipo de plantas o las
características de cultivo que puedan tener. Curiosamente, hay un buen número
de plantas que toleran a la perfección los trasplantas, sí. Pero también hay un
buen número de ellas que no los llevan demasiado bien hasta el punto de que
hacerlo incorrectamente puede acabar con ellas.
Dado que muchas plantas tienen necesidades especiales,
es fundamental conocer las nuestras en profundidad. La mejor manera
de saber si es recomendable trasplantar de manera habitual o si, por el
contrario, puede ser negativo para ellas. Un conocimiento que implica, incluso,
saber si lo recomendable es una maceta mucho mayor a la que tenían o si, por el
contrario, no debe serlo.
2. Utilizar un
sustrato adecuado, fundamental a la hora de cómo trasplantar una planta
Por más que a simple vista pueda parecernos solo
tierra, nada más lejos de la realidad. La existencia de los
distintos tipos de sustratos para plantas responde
a las necesidades específicas de las plantas. Una razón de peso para que le
prestemos la atención que merece, y planifiquemos el trasplante para disponer
del sustrato adecuado.
Un paso
clave para saber cómo trasplantar una planta es elegir el sustrato
idóneo.
Los distintos sustratos no solo buscan cubrir las
necesidades nutricionales de los distintos tipos de plantas. También ayudan en
aspectos tan importantes como el enraizado, el color de las hojas o, incluso,
el drenaje.
3. Elegir
correctamente el momento de trasplante
Un detalle vital para el correcto desarrollo de
cualquier planta. Por más que pensemos que todas las plantas pueden
trasplantarse en cualquier momento, no es así. Para empezar, porque en el caso
de muchas hemos de llevar a cabo esta labor justo antes de que arranque
su época de crecimiento o floración. Hacerlo en ese momento permitirá que
nuestra planta tenga un sustrato con nutrientes renovados y
afronte la temporada con nueva energía. De trasplantar una planta en plena
floración, lo más probable es que planta no florezca esa temporada.
Tan importante como este detalle es trasplantar cuando
las temperaturas son favorables. Por eso y salvo especies vegetales
determinadas, no debemos trasplantar en meses de frío. Lo ideal suele ser
trasplantar al final del invierno, cuando comienza la primavera.
Por último, un consejo más: el momento del día. Lo
ideal es centrarnos en las horas en las que el calor está decayendo, para
evitar que los grados de más puedan dañar nuestra planta en un momento tan
comprometido.
Y llegamos a la pregunta del millón: ¿qué
hacemos con esas plantas que acabamos de traer a casa? Sencillo. A
pesar de las ganas, lo ideal es esperar al menos una semana hasta que se
aclimaten al nuevo emplazamiento y las condiciones. Si además nuestra nueva
planta tiene flores abiertas, con más razón. El trasplante puede provocar que
la planta las marchite.
4. Cerciorarnos de que
el lugar de trasplante es el correcto
Casi tan importante como el momento es el lugar.
Si vamos a trasplantar directamente en el jardín, es importante revisar
que nada impida el crecimiento de la planta. Por ello, no está de más
revisar si en capas inferiores del suelo pueda haber piedras que las impidan
crecer. Un detalle importante en el caso de plantas de gran tamaño o con
tendencia a profundizar sus raíces. También es importante comprobar que el
drenaje es correcto, y que la tierra lo facilita.
Si lo que nos planteamos es cómo trasplantar una
planta en maceta, hay otros aspectos a contemplar. Para empezar, es vital
conocer los distintos tipos de macetas para
elegir la más adecuada según la especie vegetal.
5. Preparar las raíces
para el trasplante, el último paso a la hora de cómo trasplantar una planta
Aprovechando que vamos a trasplantar, toca pasarle
revista al estado de las raíces. Para empezar, tendremos mucho cuidado al
sacar la planta de la maceta en la que esté para no dañarlas. Si se trata
de una planta que esté en tierra, tendremos que seleccionar un cepellón de buen
tamaño alrededor de las propias raíces para evitar que se estropeen.
Además, es buen momento
para desenredarlas en caso de que lo estén. Haciéndolo
ayudaremos a que la planta enraíce mejor en su nueva ubicación y, además, le
quitaremos el sustrato apelmazado ya que puede impedir su crecimiento. Por
último, revisaremos la humedad con que ya cuentan. En el caso de que no estén
hidratadas, es recomendable humedecerlas antes de trasplantar.
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