¿Cómo proteger las plantas de las heladas?
Las heladas provocan deshidratación en las plantas ya que las raíces no son capaces de absorber el agua necesaria. Por otra parte, la formación de cristales de hielo en el tejido vegetal también puede producir daños importantes.
Como el invierno ya ha llegado, te explicamos cómo proteger tus plantas de las heladas que se avecinan.
Las bajas temperaturas del invierno pueden dañar las plantas, sobre todo las que se quedan en el exterior de la vivienda. De hecho, cuando las temperaturas bajan demasiado el principal peligro no son las ramas o las hojas ya que estas suelen crecer de nuevo con la llegada de la primavera sino las raíces, que es la parte más sensible de la planta y, una vez dañada, es difícil que se pueda recuperar.
Cinco consejos para cuidar tus plantas en invierno
Disminuye el riego. Cuando las temperaturas bajan demasiado el agua se congela, lo cual afecta las raíces de la planta. De hecho, ¿sabías que la filtración y el congelamiento del agua bajo la superficie afecta más a las plantas que las heladas nocturnas? Por eso, es conveniente que durante el invierno riegues menos. Además, debes cerciorarte de que las macetas y jardineras tienen un buen drenaje, para que el agua no se quede atrapada en la tierra.
Cubre las plantas. El plástico de burbujas que normalmente se utiliza para proteger los objetos frágiles también es ideal para proteger las plantas. De hecho, este material no solo protege sino que también es aislante. El plástico normal es otra alternativa, aunque debe ser transparente ya que así sigue llegando luz a la planta. En cualquier caso, durante el día debes retirar el plástico para evitar que la planta se asfixie. También debes tener cuidado de que el plástico no dañe las hojas y los tallos, por lo que es preferible colocarlo sobre unas estacas altas que lo sostengan.
Agrupa las plantas. Si las temperaturas bajan mucho o las plantas son muy delicadas, es conveniente agruparlas en un mismo lugar, para poder cubrirlas con mayor facilidad. Puedes colocarlas junto a una pared, formando dos o tres filas y colocando las plantas más altas al final. Luego puedes instalar dos tutores o estacas y cubrir las plantas con un film de plástico.
Protege la tierra con un acolchado. Cuando las plantas se encuentran en el jardín debes protegerlas de las heladas, sobre todo cuando se trata de especies muy débiles. En ese caso, se recomienda colocar un suelo acolchado, que puede ser de paja, hojas secas o corteza de pino. En el mercado también se encuentran compuestos artificiales especialmente preparados para proteger las raíces de las plantas.
Ese suelo acolchado también tiene una acción aislante y ayuda a conservar el calor de la tierra, impidiendo que las raíces se enfríen y puedan seguir absorbiendo el agua y los nutrientes que necesita de la tierra.
Evita las caídas de las macetas. En invierno el único riesgo para las plantas no es el frío sino también el viento. Además de los daños que el viento le puede causar a las plantas más frágiles, también puede tirar las macetas y romperlas. Por eso, se recomienda que en invierno coloques las macetas junto a una pared.
También puedes colocar piedras, para que la maceta sea más estable.
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