La práctica de estos ocho ejercicios es capaz de hacer del cuerpo algo tan maravilloso como el bordado más fino de oro, también se conoce como Las Ocho Joyas del Tai Chi porque son muchos los beneficios que reporta a los practicantes de Tai Chi.
Hay muchas variaciones de los ocho ejercicios, en especial de la forma de pie que es la más popular. Es importante entender la intención de los mismos, su raíz. Si comprendemos esta intención entenderemos cualquiera de sus variantes y su ejecución será efectiva. La práctica de los ejercicios requiere relajación, suavidad y cierta perfección. La respiración debe ser ligera y acompañar a los movimientos. Las variaciones practicadas deben ser acordes a nuestra capacidad para avanzar gradualmente (uno, dos o tres años).
Según nuestro nivel u objetivos acentuaremos unos u otros aspectos en su práctica, gimnástica, visualización, etc,.
Dos manos sujetan el Cielo para armonizar el Triple Recalentador.
Estirar una mano hacia los pies y después la otra para armonizar el bazo y el Estómago.
Girar la cabeza y mirar hacia atrás para evitar consumirse.
Abrir el arco a izquierda y a derecha para dispararle al halcón.
Baja el cuerpo y aprieta el puño con ojo de enfado.
Empinarse en la punta de los pies y rebotar siete veces.
Menea tu cola y balancea tu cabeza para liberar el Fuego de tu Corazón.
Llevar las manos de los pies al suelo y agarrase los pies.
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